miércoles, diciembre 21

Cali, Caliwood o Caligod



Un día cualquiera de octubre del año 1 antes del fin del mundo,  buscando la calle a ver si se me aparecía la virgen, me vi puesto y dispuesto en Cali. Ciudad al sur de Colombia.
Si uno viaja desde Chile se debe tomar rumbo norte y doblar a la izquierda después del Ecuador, pero si llega a la cordillera o la selva se pasó.
Es más o menos así, blanca con techos rojos, de cálido ambiente, somnolienta y embriagadora, donde el buen dormir no se conoce, pero la buena compañía abunda.
Todas las calles fueron bautizadas por algún analfabeta de poca imaginación, lo que hace muy difícil perder la orientación, las “Carreras” miran de este a oeste y las “Calles” van de norte a sur. Todas son números correlativos.
Dicen que es la “capital de los documentales”, un Caliwood en potencia, para quienes gustan de este estilo de ficciones es muy recomendable; lo increíble es que muchos caleñ@s saben y conocen un género que en otros lados es bastante under el “Fake” (historias que parecen reales y son falsas, como los documentales).
 Ahora si no gusta del séptimo arte, pero si de las “obras que Dios nos entregó” debe visitar Cali. Aquí las mujeres son las más bellas del continente, o por lo menos compiten de igual a igual con quien ud considere que es bella. Son hechas a la medida de lo que el consumidor quiera, se les diferencia del resto de las Colombianas por su final de espalda, un verdadero monumento a los paradigmas de la belleza actual.
Si ud es mujer, tranquila los hombres también son guapos.

Una prenda que usar: pantalón corto
Un artefacto que llevar: pastillas para no soñar
Un regalo con el cual volver: Un Guaro
Lo que no se olvida: las amistades internacionales y diplomáticas que esta ciudad ofrece.

Ojo! Cali es Cali, las demás son lomas…        

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