jueves, marzo 22

La magia de San Cipriano


Entre tanto conflicto y abusos de la policía de mi país, por allá… por el fin del mundo. Donde, por no tener dinero ni materias primas, los gobiernos creen que pueden usar su tiranía como les plazca; me acorde de San Cipriano.
Este es un pueblito de unas veinte casas que se miran unas a otras de frente, es una calle más bien, pero perdida en la selva. Resulta que esta gente debió salir arrancando después de una feroz matanza que llevo a cabo las FARC. Los sobrevivientes se ubicaron en San Cipriano, que a todo esto el nombre ya es extraño.
Cipriano fue un  hombre nacido en Cartago (África) era negro como la gente que vive en este poblado, fue “mago” como se le conocería en los tiempos oscuros de la iglesia, escribió un libro con todas sus formulas mágicas. Dice la leyenda que el simple hecho de querer encontrarlo te podía llevar a la locura.
Quizás por eso viene este nombre al pueblo, porque de que esta oculto, lo está.
Para llegar a él es lo entretenido uno debe parar en la carretera de Cali al puerto de Buenaventura y tomar una “brujita”. Ven que la cosa mágica tiene que ver con el nombre.
Las brujitas son motos adaptadas en plataformas de madera que corren por rieles de trenes que han desaparecido. Este viaje dura poco, pero es muy llamativo, uno esta sentado al aire libre mientras te llevan sobre puentes y en medio de una selva que parece observarte con extrañeza.
Cuando uno llega al final del recorrido, debe caminar un poco y atravesar un pórtico (en el cual debes pagar entrada), aquí ya estas en San Cipriano. Como dije una pequeña callecita con sus casas, atrás de ellas un río tan cristalino como la pureza misma. Un afluente que ya se quisieran otros, además el agua es tibia!! Ideal para quienes provenimos de las australes tierras de Chile. Hicimos un recorrido, atravesando el río a pie y pasando por la selva, hasta una cascada maravillosa, algo así como la película “la isla”, pero más pequeña.
El único inconveniente es que el guía nunca nos dijo que este es hábitat de la serpiente coral, una de las más venenosas de América. Recién cuando volvíamos y nos detuvimos a tomar agua de una vertiente nos dimos cuenta que allí estaban, quedo para la anécdota (menos mal).  
El santo tenía, en su libro, una lista de tesoros del Reino de Galicia y de partes de Portugal con locaciones detallas de dónde encontrarlos. Se puede decir que este pueblo también es un tesoro, poco visitado.

Demás esta decir que debe quedar así, casi olvidado, ya que sus habitantes están amenazados de muerte por las FARC, no se les puede sacar fotos ni grabar, sin embargo te atienden como rey…


Si quiere conocer cómo es San Cipriano o vea:


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